23.9.10

y otras cosas..

parece que ni el viento escucha ya..


me detengo.



si usted acepta mr. b., le podría enseñar a volar,
es solo cuestión de quererlo y poner atención
uno o dos mimos en una noche tibia,
y uno comiénza a elevarse, elevarse y elevarse
hasta que los lunares comienzan a reir a carcajadas
y el cabello se dispone a bailar con frenesí

si usted acepta, yo podría enseñarle esas y otras cosas.

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