parece que ni el viento escucha ya..
me detengo.
si usted acepta mr. b., le podría enseñar a volar,
es solo cuestión de quererlo y poner atención
uno o dos mimos en una noche tibia,
y uno comiénza a elevarse, elevarse y elevarse
hasta que los lunares comienzan a reir a carcajadas
y el cabello se dispone a bailar con frenesí
si usted acepta, yo podría enseñarle esas y otras cosas.
me encanta tu blog ^^
ResponderEliminarTe sigo
Un beso! =)